Sábado por la mañana, una mañana un poco extraña. Abro mis ojos cansados por no dormir varias noches atrás.La luz proveniente de las ventanas quema mis pupilas; un poco confundida me siento en la cama y aclaro mi mente. Miro el reloj, es tarde.
Aún confundida busco dentro de mi habitación el cigarrillo que un día atrás no había podido terminar. Lo encuentro y como todas las mañanas, tomo unos minutos para perderme en el, en su humo tan misterioso que flota hasta llegar a un espacio que aún desconozco. Me quedo en un viaje mental durante algunos segundos hasta que las cenizas que provenían de mi cigarrillo alcanzan mi pijama haciéndole un agujero a esta, es ahí cuando regreso a la realidad y decido comenzar mis deberes.
La música suena al fondo del pasillo, mi banda favorita a decir verdad. Comienzo por tender mi cama, recoger toda la ropa que unos días antes había utilizado y ahora yace en el piso un tanto sucia. En realidad no hay bastante que hacer así que solo decido dejar "un poco limpio", ya saben, quitar lo aparentemente sucio o estorboso para dar la apariencia de no estar en un basurero.
Con todo un poco "más limpio" y la música aún sonando voy directo a tomar una ducha que esperaba fuera relajante, pero como era mi costumbre había olvidado que no había gas, puesto que días antes se había terminado. Así que mi intento de relajarme con una ducha caliente fracaso, aún así tomo un baño con agua casi helada, la cual dura menos que un parpadeo.
Casi congelada, escojo la ropa acorde con el clima que estaba haciendo, realmente lo que uso me importa poco pero en este momento necesito algo que caliente mi cuerpo antes de morir de hipotermia así que de mi armario saco mis jeans, la playera de una de mis bandas predilectas y una chaqueta, todos ya viejísimos. Me visto lo más rápido que puedo para evitar congelarme, me pongo mis tenis y con una liga amarro mi pelo aún húmedo tomo mi chaqueta y mi mochila, en la cual siempre llevo mis cigarrillos, un libro y dinero.
Un tanto nerviosa tomo mi celular, mis audífonos y me dispongo a salir a la calle cuando escucho una voz proveniente de la sala:
*¿A donde vas?
-Oh, perdón, voy a dar una vuelta.
*Pero ya sabes que por aquí se esta poniendo muy feo.(Dice mi madre con voz preocupada y llevándose una mano a la cara)
-No te preocupes, llego antes de las 10.
*Tu padre y yo tenemos que hablar contigo, ¿Puedes regresar más temprano?
-Trataré...
Dicho esto, salgo apresurada de la casa y sin un lugar al cual llegar decido ir a dar una vuelta al parque que no quedaba a mucho tiempo de donde vivo. Con audífonos en los oídos y buen buen track sonando, me siento en las raíces de un árbol, prendo un cigarrillo y nuevamente como en la mañana, me desvanezco entre mis pensamientos. Hacía demasiado frío, eso fue lo que me trajo de vuelta al presente, no había pasado más de hora y media entre sueños y recuerdos. Me levanto y camino, de nuevo sin algún rumbo me decido a entrar a una cafetería no muy lejos de ahí.
Pido un café, el chico que lo trae sonríe y pregunta si deseo algo más, a lo que respondo negativamente. Un sorbo, dos, tres, ocho. El café llega a su fin, como lo esta haciendo mi día; me acerco a la caja y pago el café recién consumido y pido otro para llevar. El chico muy amable me lo entrega junto con una de las sonrisas que suele lanzarme; él susurra algunas palabras que no logro escuchar puesto que aún traigo un audífono en un oído:
-¿Perdón? No te escuche, la música esta a un volumen alto.(Digo al chico mientras paro la música de mi teléfono.)
*No te preocupes, no era nada importante. (Con una voz un poco temerosa.)
-Mmmm... Ok, que tengas buena tarde. (Digo sin más ni más y salgo de la cafetería.)
Me coloco un solo audífono para evitar nuevos conflictos para escuchar. Mientras camino por el parque reviso las canciones que tengo guardadas, al fin me decido por Stars Die de Porcupíne tree, muy buena banda a mi parecer. Mientras voy escuchando la canción, tomo el café que compre; antes de que por el clima se enfríe.
Llegando a una esquina tiro el envase en un contenedor de basura que se encontraba por ahí, miro a mi al rededor y logro ubicar la zona. Estoy algo lejos de mi casa así que lo mejor es regresar antes de que oscurezca.
No se por que me venían a la mente las palabras de mi madre, ¿Que era tan serio como para que ella y mi padre quisieran hablar conmigo esa misma noche? Tal vez quieren hablar sobre mi comportamiento los últimos dos meses y lo entiendo, no eh sido yo.
En menos de lo que espero ya estoy en mi calle, afuera de mi puerta se encontraba un amigo.
*Charlotte, tenía rato que te esperaba ¿En dónde estabas mujer?
-Salí a despejarme, ¿Que hay de ti? No te vi en tu calle.
*Vine a buscarte, pero no estabas. Eh venido como 4 veces, pero tú, ni tus luces.
-¿Para que me querías? Aquí estoy. Ahora o nunca mi querido Jack..Jacky jaja. (No dudo en bromear con él, me encanta hacerlo enojar.)
*Oh! Vamos!! No querrás que te golpee mujer, deja de decirme así, sabes que lo odio. (Dice con un tono un tanto gracioso.)
-Esta bien, esta bien. pero dime ¿Entonces que es lo que te traes?
*No, sabes que mejor mañana hablamos ¿va?. (Dice esto mientras vea mi padre salir.)
+Buenas noches Jack. Charlotte, tenemos que hablar. ¿Puedes entrar? (Dice mi padre un poco sorprendido dela presencia de Jack y un tanto molesto por la hora en que había llegado.)
*Buenas noches señor, Char, te veo mañana ¿Ok?
-Esta bien, te vas con cuidado.
*No te preocupes, se cuidarme; Hasta luego señor. (Diciendo esto se retira, no sin antes darme un gran abrazo y mi beso de costumbre.)
Mi padre hace un gesto para que entre a la casa, ahí ya se encontraba mi madre.
=Charly tenemos que hablar hija
-Díganme, ¿Por qué tanta urgencia?
+Nos mudamos.
-¿Qué?
=Así es, no te lo habíamos dicho por que no era seguro, pero nos mudamos a fin de mes.
-¿Pero por qué?
=A tu padre lo han ascendido y es necesario el cambio.
Al oír estas palabras, entro como en shock y de mi boca no salen mas que dos simples palabras:
-Esta bien.
Subo a mi cuarto, pongo a girar mis CD's y me tiro en la cama, ¿Como puede ser esto? No estaba en mis planes cambiarme de casa, mucho menos ahora que todo va muy bien en mi vida.
Me siento en la ventana y veo a la gente pasar, prendo un cigarrillo y a los pocos segundos se escuchan golpes en la puerta de mi habitación, apago el cigarrillo y abro la puerta, era mi madre.
=¿Estas bien Charlotte?
-Sí, solo que, no me esperaba esto.
=Ni yo hija, pero así son las cosas. Tu padre nos necesita.
-Ok, lo entiendo. Cuando salgas cierra bien por favor.
La música sigue y el tiempo también.
La una, las dos, las tres, me dan las cinco de la mañana pensando en lo que me dijeron y no logro procesarlo aún.
Y así se va el tiempo... |